sábado, 24 de octubre de 2015

PARCIALMENTE ACERTADOS


Generoso ha sido mi Padre Dios enseñándome, a través del humor, a no tomar la vida demasiado en serio, a no ser intolerante, egoísta, egocéntrico, necio y hasta ridículo. El humor es un regalo de vida lleno de magia que nos hace magnánimos, ayudándonos a darnos cuenta de que lo ridículo está compuesto en gran parte por el sufrimiento humano. El humor rompe con la rigidez que da la hiperseriedad, que no es lo opuesto a lo ridículo, sino lo ridículo mismo, en nuestra cultura se asocia responsabilidad con seriedad; grave error porque podemos ser responsables con alegría. 

Las personas asocian seriedad y complejidad con creatividad, pero la alegría y la simplicidad es creatividad:

         “Cuanto más simple y más alegre… más fuerte;

Cuanto más simplifiques tu vida… más dirección adquiere;

Cuanto más simplifiques tu vida… más motivaciones tiene,

Cuanto más simplifiques tu vida… la haces menos compleja;

Cuanto más simplifiques tu vida… tienes más sabiduría;

Sólo recuerda una cosa importante: ser alegre y simplificar... sin restar esencia”

Este viejo Filósofo diariamente busca dar y robar una sonrisa, y a través de ella, sublimar el dolor y los pesares, principales saboteadores de la alegría. Somos el arquitecto de nuestro destino, cada día decidimos qué camino tomar, todo en la vida gira alrededor de la elección; si al refugio de cada mañana elegimos sentirnos bien, ser felices, triunfar y gozar del energizante poder del humor, nos sobrarán motivos para sentirnos bien; si, por el contrario, elegimos sentirnos mal, levantarnos con el resentimiento, los odios, el rencor a flor de piel, nos sobrarán motivos para sentirnos mal.

Elegir el buen sentido del humor propicia cambios positivos en tu organismo, existen pruebas de su valor terapéutico: reducción del estrés, elevada tolerancia al dolor, mejorada capacidad para afrontar y resolver la enfermedad, aumento de la autoestima, alegría espiritual, enriquecimiento de la imaginación, disminución de las preocupaciones y del  cortisol, químico liberado por el estrés cuyo uso prolongado daña tu salud.

Una carcajada dilata el sistema cardiovascular, fortalece la presión arterial, relaja los músculos, genera endorfinas, reduce el dolor produciendo el mejor antiinflamatorio natural. Si piensas en la última vez que te reíste de verdad y recuerdas cómo te dolía todo el cuerpo al dejar de hacerlo, es porque has hecho ejercicio.

Nuestro sistema cardiovascular, por ejemplo, se ejercita cada vez que el ritmo cardíaco y la presión sanguínea aumentan para luego descender nuevamente. Nuestra agitada respiración crea un vigoroso intercambio de aire en los pulmones y constituye un saludable ejercicio para el sistema respiratorio. Además, nuestros músculos liberan tensiones cada vez que se contraen y relajan. Hay que tener en cuenta que 20 segundos de carcajadas supone el mismo ejercicio para el corazón que tres minutos de remo.

En la vida, como en el teatro, tenemos al menos tres tonos: el humorístico, el dramático y el trágico; cada quien escoge su camino de opción existencial. La manera más sana es el tono humorístico, es una forma de desdramatizar lo cotidiano; el humor por medio de la risa juega con las normas; puede inquietar al poder mucho más que una resistencia armada. El humor es el camino más directo para conectarse con uno mismo y mejorar la relación con los demás.

Sufrir ante los problemas representa una actitud negativa ante la vida, reír en medio de los mismos representa una actitud positiva, la diferencia es considerable tomando en cuenta que la risa provoca respuestas fisiológicas benéficas en nuestro cuerpo. El humor nos lleva a comprender la vida profundamente y vivirla a plenitud, nos hace mejores personas, hace que nazca en nuestro rostro la sonrisa, “una línea recta... que todo lo endereza”.
“Un grupo de jóvenes estudiantes atraídos por la fama del viejo sabio norteño, llegaron a conocer Güémez, como irían a la sierra, decidieron visitar al Filósofo.

–– Sabemos que tú vibras en armonía con la naturaleza y que no se te dificulta conocer el estado del tiempo, ¿cuál es tu pronóstico para esta tarde? –– Parcialmente lluvioso.

–– ¿Y para mañana? –– Parcialmente soleado.

––Oye, Filósofo, dinos una cosa: ¿Qué tal son tus pronósticos?


–– Parcialmente acertados”  

sábado, 17 de octubre de 2015

DETRÁS DE USTED

Hay un correo que circula en la red que no tiene desperdicio: “Demasiadas veces se relaciona la madurez con la pérdida de facultades mentales. Especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por qué ser así…


A partir de cierta edad, un cerebro apelmazado por una actividad sedentaria, con muchas horas frente al televisor, empieza a ralentizarse y a tener problemas de memoria. Así como a los pacientes con una larga hospitalización les cuesta volver a caminar, porque han perdido tono muscular, también las facultades intelectuales requieren un entrenamiento diario.


En su manual “Tu cerebro más joven”, Tony Buzan, pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de Minnesota (EEUU) llamado Mankato… muchas superan los 90 años y hay unas cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.

Una monja de ésta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.


El profesor David Snowdon, de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.


Según William Speed, hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:


1. Ejercicio, según los especialistas es el mejor tonificador del cerebro.


2. Buena alimentación, no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro.


3. Aprender siempre, permite mantener la agilidad. Debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.


4. Mantener la calma, Jeansok Kim, asegura que ‘el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria’. En especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.


5. Dormir suficiente, un estudio llevado a cabo en Harvard, demostró que esto se debe a que mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido. La expresión ‘voy a consultarlo con la almohada’ tiene, por tanto, mucho sentido.


6. Aprovechar la experiencia, para afrontar problemas.


7. Reír, El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace ‘sentir bien’. La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.”


Lo de la risa me recuerda “Una dama que al cumplir 50 años decidió realizarse una cirugía plástica. Al ver los resultados, se siente excelente. Cierto día va a un puesto de periódicos y al pagar, le pregunta al vendedor:
— ¿Cuántos años cree que tengo? — Como 32, –responde éste.
— ¡Nooo… tengo 50!, –contesta muy feliz la mujer.


Poco después entra a la panadería y le hace la misma pregunta a la cajera. La dependiente le contesta:
— Calculo que unos 30. — ¡Nooo, tengo 50! –responde feliz.


En la parada del camión, le hace la misma pregunta al Filósofo; éste le dice:


— Soy un hombre mayor y mi visión no es buena, pero tengo un método infalible para averiguar la edad de una mujer. Tal vez le parezca muy atrevido, porque se necesita que usted me deje colocar mis manos dentro de su blusa, así podré decirle exactamente su edad.


Se hace un largo silencio, hasta que ella no puede más con su curiosidad y le dice:
— ¡A ver, aplique su método!


El viejo campesino coloca sus manos bajo la blusa y empieza a palpar despacio y suavemente. Levanta cada pecho y delicadamente los aprieta varias veces. Después de varios minutos, ya con el rubor encima, la dama exclama: — ¡Ya, ya!... ¿cuántos años tengo?


––Mire usted, aunque aparenta 30 años… ¡tiene 50!


La mujer sorprendida le responde: — ¡Es usted realmente increíble!, ¿cómo hizo pa’ saberlo?


El Filósofo responde: — Muy sencillo… yo estaba detrás de usted en los periódicos y en la panadería.



FUENTE: http://www.fuentedeoportunidades.com/mensajes/salud/pdf/facultadesmentales.pdf

sábado, 10 de octubre de 2015

¿QUIÉN HA VISTO MI PÁJARO?


Chesterton con meridiana sapiencia dijo: “Los cuentos superan a la realidad, no porque nos digan que los dragones existan… sino porque nos dicen que pueden ser vencidos”


Pues hay un cuento hindú que dice: “Que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y ser de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos, que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.


El hombre después de saludarlo, le preguntó:


— Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?


— Te lo revelaré, –dijo el Rey– si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga… ¡te decapitaré!


Al término del paseo, el rey le preguntó: — ¿Qué piensas de mis riquezas?


— No vi nada –respondió el hombre–, sólo me preocupé de que la llama no se apagara.


— Ese es mi secreto –dijo el Rey– estoy tan ocupado avivando mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera.”1


Cuando avivas tú llama interior vives con amor y pasión cada instante de tu vida, contactas con lo más íntimo de ti mismo, entonces, como por arte de magia, eliminas el miedo, el ego, el dolor y los apegos; te liberas de la necesidad de ser el dueño de la razón, sin saber ¿Cómo? o ¿Por qué?, brota un ser renovado, que hace de tu alma un refugio Divino.


Al avivar tú llama interior, escuchas tu corazón, que tiene respuestas que la sabiduría desconoce; despabilas tu camino al someterte a las duras pruebas de la existencia, se forma tu carácter luchando en la tempestad; reconoces que la razón de tu vida, está en el deleite y la felicidad de encontrarte contigo mismo.


Al avivar tú llama interior, fortaleces tu carácter, haces que el amor y la felicidad te sigan, transformas tu mundo, vives con una sorprendente calidad y calidez humana, a cada paso expresas el amor incondicional que vive en ti, que te ayuda a que la historia de tu vida valga la pena.


Cuando avivas tú llama interior, iluminas tu camino, aprendes a dar sin condición, eliminas odios y resentimientos, consolidas la paz de tu alma, alcanzas la mejor de las conquistas, la de ti mismo, entonces disfrutas plenamente cada instante de la fuerza de la vida.


Avivar tú llama interior, revoluciona tu alma, te lleva al despertar íntimo, que te enseña que el amor va de la mano del perdón, que te reencuentra con la grandeza de la naturaleza de tu ser holístico, que hace que brote una fuerza espiritual inconmensurable.


Al avivar tú llama interior, aprendes los caminos secretos del universo, reconoces que nadie llega de imprevisto a tu vida, porque dos almas no se cruzan por casualidad.


Cada persona que llega a ti, aviva tú llama interior, es un maestro portador de una enseñanza, unos traen miedos y odios, unos traen paciencia, otros tolerancia, otros armonía, Luz Divina y entusiasmo, cada uno es un gajo de sabiduría para ti, que te enseña que la felicidad no depende del poder o del dinero, sino de la paz, del equilibrio que hay en tu interior, de lo que piensas y sientes en el aquí y el ahora.


Avivar tu llama interior, es hacer tuyas las enseñanzas de la inteligencia de tu Maestro Divino, para vivir en armonía con el universo, tomando conciencia de tus pensamientos y sentimientos, accesando a una comunicación renovada con tu trinidad mente-cuerpo-alma, con el Ser de luz que eres, para que brilles con la intensidad del sol y vivas a plenitud tu paz interior y alegría.


A propósito, “Un sacerdote aficionado a la ornitología, en la sacristía tenía doce pájaros. Todos los días los soltaba para que volaran y éstos siempre regresaban a sus jaulas. Pero un día sólo regresaron once, así que el sacerdote, aprovechando el gentío de la misa de 12 del domingo, preguntó:


— ¿Quién tiene un pájaro? Todos los hombres se levantaron.


— Disculpen, no me expliqué bien. ¿Quién ha visto un pájaro? Todas las mujeres se levantaron.


— ¡No, no! lo que quiero decir es: ¿Quién ha visto mi pájaro?


 ¡TODAS LAS MONJITAS SE LEVANTARON…!”


1https://sabiasmoralejas.wordpress.com/tag/cuentos-con-moralejas/page/4/


viernes, 2 de octubre de 2015

… ¡NO DE LOS DE TLATELOLCO!

Ese genio militar y humorístico llamado Winston Churchill afirmó: “El éxito no es definitivo, ni el fracaso total. Lo que cuenta es el valor de seguir adelante” eso lo sabía la generación de jóvenes que en 1968 salieron a la calle en la búsqueda de sus sueños, sueños que impactarían para cambiar el presidencialismo mexicano.


“En julio de 1968 durante el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz, se iniciaron una serie manifestaciones y marchas estudiantiles en el D.F. que criticaban el autoritarismo del gobierno, apoyaban las protestas en el mundo, exigían se respetara la autonomía universitaria y la libertad de los presos políticos.


A los estudiantes de la UNAM se unieron los del Instituto Politécnico Nacional, los Centros Educativos de la Ciudad de México; después Asociaciones de Maestros y Sindicatos, hasta convertirse en un gran movimiento social. Con representantes de todos ellos, se formó el Consejo Nacional de Huelga que a mediados de septiembre empezó a sufrir una severa represión, con la entrada del ejército a la Ciudad Universitaria. Se calcula que hubo una docena de muertos y alrededor de 100 detenidos o desaparecidos.


El 2 de octubre de 1968 se convocó a una manifestación en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Muy a pesar de que por la represión, el movimiento se había debilitado, debido a que muchos de sus líderes habían sido encarcelados, el ambiente social cada día estaba más tenso, a 10 días de iniciarse los Juegos Olímpicos.
Unos minutos después de iniciada la manifestación, con los líderes que quedaban libres y un orador en el tercer piso del Edificio Chihuahua, un helicóptero del ejército mexicano lanza unas bengalas sobre la multitud. Con ésta señal, militares, paramilitares y francotiradores abren fuego contra los manifestantes, estudiantes en su mayoría. El número de muertos es desconocido hasta la fecha, pero se sitúa entre 300 y 500, con más 2000 detenidos. Este fue el fin del movimiento estudiantil; los Juegos Olímpicos se celebraron 10 días después en la Ciudad de México con una fuerte rechifla en la inauguración, para el Presidente Díaz Ordaz.


En su 5º. Informe de gobierno en 1969, 11 meses después, el presidente Díaz Ordaz dijo: ‘Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado’. Él consideraba que había cumplido con su deber al ‘salvar a México del comunismo’, cuya implantación jamás fue uno de los objetivos del movimiento estudiantil”1


Hay muchas anécdotas históricas, una de ellas –contada por el protagonista– refiere “cuando el entonces Secretario de la Presidencia Dr. Emilio Martínez Manautou supo que no sería candidato a la Presidencia de la República.


Una vez que el Partido Revolucionario Institucional, postuló como su  candidato a gobernador de Tamaulipas al Ing. Américo Villarreal Guerra, el gobernador Constitucional Dr. Emilio Martínez Manautou prudentemente decidió disminuir su ritmo de trabajo, incluidas las audiencias; razón por la cual tenía tiempo para charlar con su carismático secretario particular, Arq. Felipe Quesada Pascual.


En una de tantas charlas, el Dr. Martínez Manautou le comentó, que durante el sexenio de Díaz Ordaz, habiendo sido nombrado Secretario de la Presidencia, –cargo que lo posicionaba como precandidato natural a sucederlo–, todos los sábados por la noche, cuando concluía sus labores, el doctor tomaba la red presidencial y llamaba al Primer Mandatario de la Nación: — ¡Señor Presidente!, si no tiene usted inconveniente me retiro.
— Ninguno Emilio, nos vemos mañana… ¡a la hora de siempre para jugar golf!


Así los hicieron durante todo el sexenio, puntualmente sábado tras sábado se daban cita, para el día siguiente en el campo de golf jugar solos. Hasta que llegó el fatídico miércoles 2 de octubre de 1968, cuando a las 5 de la tarde se inició la trágica “Noche de Tlatelolco”, que cimbró la conciencia de miles de mexicanos, haciendo un parte aguas en la historia nacional, del México pos revolucionario.


El sábado 5 de octubre siguiente, como era costumbre el doctor Martínez Manautou, Secretario de la Presidencia, llamó por la red: — ¡Señor Presidente!, si no tiene usted inconveniente me retiro.
El Presidente respondió: — Ninguno Emilio… ¡¡Nos vemos el lunes!!


Ahí −comentaba el Dr. Martínez Manautou− me di cuenta que mis posibilidades de ser el candidato a la Presidencia de la República… ¡se habían esfumado!


Otra anécdota recuerda la conocida rivalidad, que se generó entre el Presidente Díaz Ordaz y el Lic. Carlos Alberto Madrazo, una vez que hubo pasado el movimiento del 2 de octubre y con él los lamentables acontecimientos de Tlatelolco, un joven periodista maliciosamente se acercó al Lic. Madrazo inquiriéndole sobre su participación intelectual en la lucha estudiantil. Inteligentemente el Lic. Madrazo le respondió al novel periodista: — ¡No!, se equivoca. Yo soy de los Madrazos de Tabasco… ¡NO DE LOS DE TLATELOLCO!



1Fuente: http://www.udg.mx/es/efemerides/02-octubre-0

viernes, 25 de septiembre de 2015

HACIÉNDOLES CAMBIO DE LUCES…

El genio de Pablo Neruda dijo: “Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.”


Cuando emprendes un viaje hacia tu interior, nace un rico maridaje con la vida, llega un acompañamiento de luz, brota la auto transformación, “es la más feliz de tus horas porque te encuentras contigo mismo”


Cuando te encuentras contigo mismo, accesas a un proceso de renovación que sana tu mente, que te provee de una rica visión del presente y del futuro, que debilita tu ego, que trabaja en la unidad holística de mente-cuerpo-alma, fortaleciendo tu ser y Divinidad Interior, sembrando el amor incondicional que tiene la magia de hacer más ligero tu viaje por esta carnalidad.


Cuando tienes la virtud de encontrarte contigo mismo, se te abren un mundo de oportunidades, surgen grandes espacios en la vida para la reflexión y la toma adecuada de decisiones, aprendes de los tropiezos y te regocijas con tus éxitos, construyes las circunstancias idóneas para vivir con una enorme calidad y calidez.


Encontrarte contigo mismo, te recuerda que eres mucho más que los sentidos físicos, –el sentido del gusto, el del tacto, el del oído, el de la vista, el sentido del olfato–, abre tus sentidos extra corporales –el sentido de vida, el sentido del amor, el sentido común, el sentido de la ubicuidad y el sentido del humor–  y ¿quién para a un hombre que con sus 10 sentidos se empodera de la vida?


Encontrarte contigo mismo, te une a tu poderosa naturaleza, te enseña que “Cada amanecer, significa: AMA NACER”, nacer a una nueva vida que te identifique con el ser de luz que eres, que te lleva a introducirte a los entresijos del universo, para que construyas un mundo espectacular, en el que “des rienda suelta a tus sueños… que ellos saben el camino”


Encontrarte contigo mismo, te lleva a sondear, vislumbrar, descubrir y reencontrarte con tu maestro Interior, que es profundamente sabio y te llena de paz interior, pasión, alegría y felicidad, debilitando al ego, –que tanto daño te hace–, sanando tu mente y armonizándote en un rico equilibrio con el universo.


Encontrarte contigo mismo, es creer en ti, para creer y crecer en la vida, para encontrar la alegría en medio del dolor, para alimentar tu alma de amor y sin saber ¿cómo o porque? Los miedos –que debilitan tu vida- morirán de hambre. 


Encontrarte contigo mismo, es un arte de vida que te desconecta de lo superfluo y de las banalidades, y te conecta con el hálito de vida, que te lleva a fluir en equilibrio con el universo y saborear el pedazo de eternidad que hay en ti y disfrutar el pedazo de cielo en el que vives.


Encontrarte contigo mismo, metafóricamente es desbloquearte del dolor, es ‘sacar a pasear al alma’ para seguir avante; es deshacerte de lo que te daña, abriendo espacio para recibir el racimo de bendiciones que hay para ti.
Encontrarte contigo mismo, es entreverar sonidos y silencios, que te lleven a viajar a tu ritmo y a tu tiempo, para abrirte a nuevas experiencias, acción que te ayuda a romper el círculo vicioso que genera el miedo y te adentra en el círculo virtuoso que el amor provee, volviéndote cómplice de la felicidad, elevándote más allá de tus límites.


Para el Filósofo, el buen sentido del humor, es el camino más simple para encontrarte contigo mismo, “el camino a tu interior, tiene la magia de tocar fibras vitales, aumenta tu tono de ánimo, ensancha tu capacidad de aprendizaje, fortalece tu creatividad, abre tu alma a nuevas experiencias y formas de ver la vida.”


A propósito de humor, “venía un pela’o por la carretera en su vochito viejo, de repente se le apagó, el tipo, se orilló para ver si podía hacerlo arrancar, pero nada. En eso apareció un Mercedes Benz a 170 km/h. El tipo del Mercedes se apiado del dueño del vocho, se da un amarrón y se ofrece a remolcar al vocho.
El dueño del vochito aceptó enseguida, pero lo apercibió amablemente:


— Nomás no le pise mucho porque ésta madre se va a deshacer, bueno mejor sí písale y cuando sienta que ésta ‘ingadera se desmadra, le hago el cambio de luces pa’ que le baje.


El Mercedes comenzó a remolcarlo a 80 km/h y el dueño del vocho sentía que su carrito se desbarataba; entonces le hacía cambio de luces para que le bajara a la velocidad. En eso se les empareja un Porsche, retando al Mercedes. Y claro que como buen mexicano le sube la velocidad y va: 120, 130, 140, 150, 190, 210, 240, 260 km/h.


El dueño del vocho se moría, pues su vocho se iba deshaciendo, y por más que le hacía cambios de luces y le tocaba el claxon y nada, el Mercedes y el Porsche jugando a las carreras.


En eso pasan a una patrulla de la Federal de caminos, en la que el radar registra 300 km/h. El policía avisa por radio al próximo puesto: — ¡Atención!, ¡Atención! Un Mercedes gris plata y un Porsche negro a más de 300 km/h y juro por mi vieja, que tanto quiero, que viene un ‘inche vocho atrás de ellos pitándoles y haciéndoles cambio de luces… ¡PARA QUE LO DEJEN PASAR!


viernes, 18 de septiembre de 2015

¡NO ES QUE SHEA FORMIDABLE!...

Hay una anécdota que deja una enseñanza formidable: “Un joven que viajaba en un camión junto a su padre, se mostraba sorprendido ante cualquier objeto cercano, con excitación gritaba a su padre lo que observa; un pasajero del autobús, al escuchar una a una las exclamaciones llenas de euforia del muchacho, perdió la paciencia y fue a reclamarle a su padre por el ruido que este provocaba.


— Disculpe, –molesto preguntó al padre– pero su hijo ¿está bien de la cabeza?, pues parece como si nunca hubiera visto objetos cotidianos como: niños, carros, nubes y árboles.


— El joven –respondió el padre tranquilamente– nació ciego, éste día fue dado de alta en el hospital, pues recibió un trasplante… ¡y es la primera vez que puede ver!


Al escuchar esto el pasajero regresó a su asiento apenado y sorprendido.


La moraleja es profunda: que importante es no juzgar a  las personas, porque no sabemos cómo son o por lo que han pasado.”


Los seres humanos juzgamos más basados en nuestro sistema de creencias, que por la inteligencia emocional, omitimos ‘ver y oír’ con los ojos del alma, la gran mayoría vemos, pero ignoramos lo que hay atrás de cada ser humano, de las cosas o de los hechos, en la mayoría de las ocasiones no comprendemos la esencia de lo que vemos.


El ser humano está acostumbrado a afanarse por quedar bien con todos y a criticar a los demás; querer quedar bien; juzgar y criticar, además de que son el camino al fracaso, rompen nuestra armonía con el universo, son un homenaje a la mediocridad, que tiene la fuerza de cancelar nuestro infantil sentido de pertenencia, del logro y del asombro.


El hombre que es sabio, entiende, que los prejuicios te llevan a juzgar apresuradamente, juzgar se vuelve parte de la vida de los mediocres, pero la vida te enseña, que nadie tiene el derecho de juzgar el camino que otros han elegido, y si has de juzgar, júzgate a ti mismo con amor incondicional, autocorregirte es un sutil método de afianzar y cambiar tu destino.


Nadie tiene el derecho de erigirse en juez de otro, que importante es eliminar prejuicios, odios, rencores y resentimientos, que tienen la facilidad de llenar tu alma de ideas preconcebidas, que juegan en tu contra y son una pesada carga para que logres afianzar tu presente y consolidar el futuro.


En vez de juzgar o calificar, comprende al de enfrente, entiende que a veces la vida lo ha puesto a pruebas y le ha dado recursos diferentes a los que a ti te ha proveído, tu intima naturaleza te recuerda, que nadie posee el derecho de censurar o condenar a un semejante.


El ser mediocre hace juegos malabares con la palabra para criticar y juzgar con inmediatez, es harto difícil aprender de los demás y entender, que es demasiado fácil juzgar al que tropieza, lo más saludable es “seguir el impulso primario de tus sueños, ellos se saben el camino” y a la par, trabajar en el crecimiento y evolución de tu ser holístico.


Cuando el ego domina nuestra existencia, no reconocemos que los problemas forman parte del rompecabezas de la vida diaria, ¿por qué en el breve espacio de nuestro tránsito por ésta vida, dilapidar nuestro tiempo en juzgar o criticar a otros? Y no ocuparnos en fluir con el río de la vida y creer en nosotros mismos.


Si en vez de juzgar, nos damos tiempo para ser agradecidos, maduraremos al darnos cuenta que tiene la magia de concentrar nuestro ser en el amor y todo lo que parte del amor, trae felicidad, esta llamado al éxito, te reencuentra con lo que buscas; y a la par madurar con el dolor, para reconectarnos con nuestro Maestro Interior, que nos enseña a valorar en el presente todo lo que somos y lo que tenemos.


Resulta que “en el pueblo Don Betustio y Doña Virula, habían cumplido 75 años de feliz vida matrimonial, los periódicos de la región daban cuenta de tan singular suceso; al día siguiente de la celebración se dirigieron a las gorditas de “El Tigre”, al abrir la puerta Don Betustio le dijo a su señora esposa:


–– ¡Pashale mamashita! al llegar a la mesa, le acomodó la silla a la vez que le decía: –– ¡Con cuillado mi amorsh! Una vez que llegó la mesera, –como la compañera de su vida no escuchaba bien– volvió alzar la voz y le dijo cercanamente al oído: –– ¡Que, qué vash a querer comer corashonshito! 


Acto seguido Don Betustio se dirigió al baño a la vez que le decía a su pareja: –– Ahorita vengo, cariñito.  
En el camino fue interceptado por la mesera, que con la voz entrecortada le dijo:


–– ¡Que hombre tan formidable es usted!, mire que después de 75 años de casado, llamarle a su mujer: ¡mamacita!, ¡amorcito!, ¡corazoncito!, ¡cariñito!…


–– No es que shea formidable –respondió don Betustio– es que sha se me olvidó el nombre de la ¡‘inche vieja!”


viernes, 11 de septiembre de 2015

ELEGIR UN CORAZÓN…

Todos los cuentos místico Zen, traen consigo una enseñanza profunda, el siguiente es un  ejemplo de ello: “Un gran Maestro llegó a un pueblo a dar charlas a sus futuros discípulos, pero antes quería saber si estaban preparados para recibir su enseñanza.


Una vez junto a ellos, les preguntó: — ¿Saben de qué voy a hablarles?


— No respondieron al unísono.


— Entonces, –dijo el Maestro– me retiraré hasta que ustedes sepan de qué voy a hablarles.


Al siguiente día el Maestro volvió a verlos y nuevamente les preguntó:


— ¿Saben ahora de qué voy a hablarles?


— ¡Si Maestro!, luego de habernos reunidos y por las referencias de otros pueblos ya sabemos de qué va a hablarnos.


— Entonces, –dijo el Maestro–, si ya saben, me retiro.


Desconcertados los discípulos no sabían que hacer y estuvieron meditando todo el día para ver que respuesta le daban al Maestro. Al otro día el Maestro volvió a preguntar:
— ¿Ya saben de qué voy a hablarles?


— Si Maestro, –dijeron los discípulos– pero no nos ponemos de acuerdo, la mitad si sabe, pero la otra no.


— Entonces, –dijo el Maestro–, que la mitad de ustedes le enseñe a la otra mitad, y acto seguido se retiró.


Al cuarto día, nuevamente el Maestro llegó y preguntó:


— ¿Ya saben de qué voy a hablarles?


Nadie respondió, estaban en profunda meditación. Entonces el Maestro meditó junto a ellos.”1


Cuando meditas, te ensimismas en el poder y en el valor del silencio, que te ayuda a entender que hay una historia dentro de cada individuo, te auxilia para tirar lastre, liberándote de las innecesarias cargas emocionales negativas, –odios, rencores, resentimientos, miedo al fracaso– que sólo impiden que construyas una visión positiva del presente y que tus sueños levanten vuelo.


Cuando el dolor o la adversidad llegan, meditar te conduce a dialogar contigo mismo, te compenetra en el misterio de la vida, es un remedio infalible, que invariablemente te lleva al encuentro con tu esencia intima aun inexplorada, por estar atrapado en el estrés y las prisas que la modernidad trae consigo.


Meditar, te muestra el camino de la autorealización, en el que se te revela la verdad; es vitamina pura para tu alma, que tiene la virtud de dar luz y fortaleza a tu ser, dotándote de la inspiración suficiente, para que se eleve más allá de tus límites.


Para el Filósofo de Güémez, meditar es centrarte en la esencia de la vida; es vaciar tu mente de dudas y temores, para gozar el encuentro con tu Maestro Interior, es aligerar la carga de tu conciencia, un puente saludable entre el cielo y la tierra, que te invita a autotransformarte y accesar a otra dimensión que te hace “Rápido para escuchar, ágil para reflexionar, pausado para hablar y lento para enojarte”.


Meditar te recuerda quién eres; purifica tu ser; alinea mente-cuerpo y alma con el universo, llevándote a sacar a relucir las reservas de energía positiva que hay en tu conciencia Divina; te hace humilde; vacía tu mente intuitiva y profunda, para encontrarte con la autorealización personal y conducirte por el camino de la sabiduría.


“Había una vez un viejito que necesitaba un trasplante de corazón, cuando estaba en el quirófano, el doctor le dio buenas noticias:


— Hay tres corazones para su trasplante. Uno es de un piloto que no tenía vicio alguno. Otro es de un atleta que tenía buena salud. El tercero es de un abogado que llevaba una vida licenciosa y desenfrenada, diariamente bebía y fumaba mucho, se pasaba días en no ir a su casa por las parrandas, estafaba a sus clientes, era muy sinvergüenza, mujeriego, parrandero, jugador y no gozaba de buena salud.


El viejecito, después de meditar un rato, eligió el del abogado. El doctor sorprendido le pregunta:
— ¿Por qué eligió el del abogado?


— Ya que puedo elegir un corazón –dijo el viejecito–, medité y elegí uno que no se haya usado nunca.”


1. http://vidaok.com/pensamientos-para-reflexionar/